ESPAÑA: REAL MADRID 0 - BARCELONA 3 No dejen de aplaudirPor un descomunal Ronaldinho y con luces de Messi, el público del Bernabeu reconoció al Barsa.
CORRESPONSAL. "Para mí que lo va a poner a Ludo". Horas antes del clásico, Lionel Messi se confesaba ante Olé y suponía que el titular en su posición iba a ser el francés Ludovic Giuly. Contrario a la propia presunción del futbolista y todo pronóstico de la prensa, Frank Rijkaard se la jugó a último momento por el rosarino. De hecho, se enteró de que saldría desde el arranque en la charla previa. Una decisión acertadísima, porque el Pulga fue un Freddy Krueger perfecto para acompañar a los destripadores Ronaldinho y Eto''o. En definitiva, el equipo completo volvió a ser el asesino en serie que despachaba rivales como en la Liga pasada, cuando salió campeón. Aunque ahora es superior, porque cuenta con un Messi sin techo a la vista y un próximo Balón de Oro como Dinho, a quien aplaudieron los hinchas locales. Sí, increíble.Maradona pidió el miércoles que el pibe herede la 10 de la Selección en el Mundial. Después del clásico de anoche, quedó demostrado que el único argentino capaz de vestirla sin que le suponga un lastre es... Messi. Encaró tranquilo, como si estuviera en un picadito al sur de Rosario. Y como en esos potreros no se achicaba contra los chicos más grandes, ahora también le sobran huevos para pintarles la cara a los históricos Galácticos. Hacer eso a los 18 años, en un estadio tan mítico como el de Madrid, es una prueba de sobra de que es un crack. ¿Qué le faltó? Un poco de calma en la definición, ya que Casillas, sin esfuerzos extremos, le ganó el duelo. Lástima que a los 29'' recibió, dos metros adelantado, un pase de Deco, porque segundos después la clavó en el ángulo derecho desde 25 metros. En el resto cumplió a más no poder. Desde el principio estuvo enchufado a 220 voltios y por la derecha los únicos que lo podía parar eran los hinchas... si hubieran invadido el campo en masa durante el partido. Los del Madrid apelaron a las faltas. Dos de ellas fueron de Zidane (33'' y 44'' del PT), quien zafó de la amarilla en la última. Aunque éste es un Zinedine decaído (mantiene la clase, pero física y anímicamente está mal), que lo haya bajado es una señal de cómo complicó Lionel a los Merengues y el desorden defensivo. Roberto Carlos y Pablo García -¡a veces terminó como marcador de punta!- van a tener pesadillas con sus diagonales. Claro que en la lista de verdugos culés hay que anotar a los once, porque la superioridad fue tan clara y abrumadora que cada uno ganó el duelo que le tocó batir. Una venganza genial del 4-2 que en el torneo anterior se comieron en esta cancha.
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